El trabajo con el azadón.
10,00 €
Impuesto incluido
La agricultura con azada, de forma simple, implica golpear de manera repetitiva el suelo con una herramienta afilada para romper su estructura en partículas cada vez más finas, para obtener condiciones adecuadas para sembrar tus plantas favoritas.
Sin duda, es una de las tecnologías más importantes y simples que ha marcado el curso de la historia de la humanidad. Permitió a la humanidad cambiar al superar la práctica de la caza y recolección para embarcarse en la agricultura. Una vez convertidos en agricultores, los hombres podían modificar su entorno para que se adaptara a las necesidades de cada uno. La población podía aumentar los excedentes de alimentos, almacenarlos; las ciudades podían crecer y las civilizaciones podían surgir y caer, todo esto gracias al simple efecto de una azada.
¿Una pregunta?
El equipo está a tu disposición para cualquier pregunta que tengas.
Entrega
Gracias a nuestros transportistas, realizamos entregas en toda Francia y Europa.
Pago seguro
Visa, Mastercard...
Hoja de datos
- Soporte principal
- Espiral
- Autor(es)
- I'm sorry, but "Gareth Lewis" is a proper name and does not require translation.
- Editor
- Libros Nezert
- Traductor
- Eric Le Quéré
- Fecha de publicación
- 01/10/2017El primero de octubre de 2017.
- Número de páginas
- 156 páginas
- Longitud (cm)
- 21 cm significa 21 centímetros en español.
- Ancho (cm)
- 14 cm
- Espesor (cm)
- 1 cm en español se escribe como "1 centímetro".
- Peso
- 250 gramos
La agricultura con azada, de forma simple, implica golpear de manera repetitiva el suelo con una herramienta afilada para romper su estructura en partículas cada vez más finas, para obtener condiciones adecuadas para sembrar tus plantas favoritas.
Sin duda, es una de las tecnologías más importantes y simples que ha marcado el curso de la historia de la humanidad. Permitió a la humanidad cambiar al superar la práctica de la caza y recolección para embarcarse en la agricultura. Una vez convertidos en agricultores, los hombres podían modificar su entorno para que se adaptara a las necesidades de cada uno. La población podía aumentar los excedentes de alimentos, almacenarlos; las ciudades podían crecer y las civilizaciones podían surgir y caer, todo esto gracias al simple efecto de una azada.